Estaba conversando sobre un fenómeno interesante, a saber, el de las cadenas de correo. Yo creo que es un nombre bien puesto porque el asunto de la cadena tiene la clara connotación de imposición, de esclavitud. A mí se me hace la imagen de un pie encadenado. Y es que a uno no le mandan una cadena de correo así no más. Cadena de correos que se respete tiene incluida la amenaza si uno no la reenvía.
No hace mucho tiempo me enviaron una cadena de correo que era sobre el Arcángel San Gabriel. Yo la verdad no estoy muy familiarizado con este arcángel, pero por su título y cargo le supongo de antemano algo de bondad, inclusive, lo asocio con protección. Creo que carga una espada. Así que siempre había asumido al arcángel san Gabriel (puede que sea otro) como un tipo bondadoso que además está armado y cuya función es, entre otras, protegerlo a uno.
Pues bien, resulta al final de la cadena de correos que si no reenvío el mensaje, algo me va a pasar (algo malo) y según entiendo se trata como de una retaliación del Arcángel por uno haberse negado a difundir el correo que, según dice el mensaje, ha sido enviado por el mismísimo San Gabriel. Aquí me empieza a parecer sospechosa la cosa. Por qué los arcángeles que tienen la virtud de aparecerse en vivo y que probablemente compartan con su patrón el don de la ubicuidad, irían a ponerse con lo de las cadenas de correo? Es solo una pregunta, de la cual no tengo respuesta, pues en el ámbito de lo divino todo es posible. A lo mejor hasta tendrán en el cielo unos servidores…!!
Recuerdo otra cadena que me enviaron cuyo protagonista –y además autor- según decía el mensaje, era el mismísimo Jesucristo,. Yo empecé a hacer memoria de lo que he visto de Jesucristo y la verdad es que no lo he visto, por ejemplo, en la última cena con el “laptop” abierto en la mesa, o que en sus peregrinaciones y hazañas se le viera con un blackberry al cinto, aunque insisto, todo es posible. Tal vez se trata de un detalle que los historiadores de la religión hayan obviado por algún poderoso motivo, aunque de haber sido así, se imagina lo ventajoso que sería por ejemplo para Apple hacer notar a sus consumidores potenciales que Jesús usaba, por ejemplo, un I-phone?. Hay otra cosa que no me cuadra y es la calidad de la banda que usaría Jesús en ese entonces: es que uno enviar un mensaje y que llegue con 2.000 años de atraso!!! Es como para elevar una queja ante la superintendencia de industria y comercio por un servicio a todas vistas deficiente. Finalmente, hay otro detalle que me hace sospechar de la verdadera autoría de Jesús en el caso de las cadenas de correo, y es que a mí me llegan en español, mi idioma nativo. Y si Jesús hablaba en Arameo… en fin, son reflexiones y preguntas que me hago, en ningún momento pretendo aseverar que es falso porque sé que en cuestiones divinas todo es posible.
Pero quisiera volver nuevamente al tema de la amenaza que me parece, para ser francos, éticamente inconsistente: Cómo es que un Arcángel, teniendo en cuenta la razón social para la que trabaja y su función, venga a amenazarlo a uno? Las cosas están entonces al revés. Sería algo comparable a contratar un guardaespaldas y que este lo amenace a uno, valiéndose de su poder para obligarlo a uno a hacer algo que él desea. Yo no soy abogado pero estoy seguro que esto tiene serias y graves implicaciones penales.
Y finalmente, vuelvo a insistir sobre el hecho de que son conjeturas mías y que no descertifico la veracidad de las cadenas de correo en cuanto a sus autores y consecuencias, me he puesto a pensar sobre las consecuencias y he llegado a la triste y tenebrosa conclusión, que no había querido confesar hasta el momento por culpa y temor, que soy uno de los responsables del Tsunami, pues en esos días me llegó un correo de San Benito y, no solo no lo reenvié sino que además lo mandé a la papelera de reciclaje.
Así que, teniendo en cuenta este precedente, los invito a que reenvíen este correo a todos sus contactos o… ya saben.
Soy poco comentarista Santi, pero en estas cosas de las cadenas ya había pensado un poco, juegan (para diversos fines que no son los de la cadena generalmente) con el miedo, la culpa y los sueños de esta época. El miedo a absolutamente todo, lo humano y lo divino, la culpa de sentirnos con mejor vida que la de muchos y los sueños de obtener cosas o dinero fácil.... si el mundo estuviera regido por las cadenas hace rato estaríamos en el ideal, en realidad las cadenas son cadenas.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Aunque no seas una persona muy comentarista, eso te lo iremos fomentando en este blogcutorio. Creo que tu reflexión es la síntesis de lo que yo quiero decir. Es el análisis psicológico del asunto ¿acaso eres psicóloga? Recibimos de todo corazón tus aportes que enriquecen nuestro sitio.
ResponderEliminarQuerido autor del blog.
ResponderEliminarDisfrute enormemente tu retorno al mismo.
Comentario:
Ha de haver un componente genetico, con aquello de las reacciones internas o externas en tu caso, a la publicidad de dicha marca de ropa.
Yo por estas latitudes me tope con un "poster" que leia lo siguiente.
"smarts says no, stupid says yes" quisiera disponer de la fotografia del mismo para ahorrar palabras, no siendo asi hago una breve descripcion.
Muchacha joven, bella y esbelta con suculento cremoso pastel acercandose a la boca.
Las posibles interpretaciones las puedes sacar tu.
Las mias muchas, pero me limito a una para no entorpecer tu proceso analitico-deductivo-creativo-psicologico.
1. Se cool, come la torta, engorda o.......regurgita. Me inclino por la segun
da, para poder lucir la ropa que te hace ver cool.
Querido anónimo. celebro que celebres el retorno del flujo bloguístico. me gustaría mucho que "postearas" el poster de la vieja comiéndose el postre, o sea, el póster del postre. Digo, como para poder seguir con las interpretaciones, pero la verdad es que esa publicidad... lo deja a uno sin palabras. Creo que ofende un poco la inteligencia del consumidor, o que reconoce abiertamente la idiocia de sus consumidores.
ResponderEliminarMil gracias, querido anónimo por tu participación. Que te ganes la lotería