martes, 16 de abril de 2013

LOS BAÑOS


Que no les funciona el trinquete y uno está a la espera de que le abran. Trata de detener la puerta con una mano pero queda lejos, trata con el pie pero la posición resultante impide acometer la tarea. Aunque hoy he pensado algo diferente. Estar preparado para la apertura, recibir al huésped sorpresivo: ¡Hola!, con alegría, con un gesto amigable. Total ¿no es algo que todos hacemos? así nos veamos un poco estúpidos con los pantalones abajo, no como para una revista de moda. Aunque podría ponerse de moda siempre y cuando un personaje famoso, una Britney Spears digamos, se fotografíe para la portada de una revista en esa posición, coqueta, mientras tiene los calzones de Gucci abajo, sonriendo y haciendo un gesto de picardía. Entonces todos tomándose la misma foto para el Facebook.

La musicoterapia, ciencia joven o no tan joven porque todo lo joven resulta al fin milenario, ha descubierto que hay cierto tipo de música que ayuda a diferentes males o padecimientos. Se ha descubierto que la tocatta y fuga y algunas sinfonías de Vivaldi son buenas para la digestión. Para acelerar lo que –hemos aprendido en los comerciales de yogourt y en los de cereales– se llama tránsito lento. Así, existe un nuevo servicio, una nueva opción laboral en los baños públicos: el cantador de la digestión. Se trata de un hombre o una mujer –según se trate del baño de los unos o de las otras– que entona las arias correspondientes para un proceso eficaz: “El vals de la expulsión”, “Despedida”, “Que la fuerza te acompañe” (adaptación de la guerra de las galaxias), entre otras. Los clientes, agradecidos, dejan caer algunas monedas en un recogedor de basura que el armónico catalizador de la expulsión asoma en el espacio que deja la puerta con el piso, ese mismo que deja ver los pantalones caídos del cliente. Algunos clientes, incluso, llegan a aplaudir, no se sabe si por la interpretación musical, por una victoria más del hombre sobre el estreñimiento o por la situación general, toda vez que, como se sabe, el todo es más que la suma de las partes.

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