jueves, 27 de agosto de 2020

A LA LOQUILLA

Con un par de arrobas de sueño entre las cejas, después de leer por leer a un autoproclamado intelectual, la rabia, incapaz de convertirse en insulto, aparece como producto de una repetida sensación de sinsentido (Qué cursi hablar de la existencia y de su pérdida temporal de sustancia).

¿Saldrá algo que valga la pena?... 

Empiezo a formulario en modo de pregunta pero en el camino cambia el tono, se convierte en decreto.  Interesante caso, pasar con la música de la incertidumbre al vaticinio. 

Saldrá algo que valga la pena.

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