martes, 3 de agosto de 2010

DON ALONSO Y LAS FLORES II

En otra ocasión me encontré con el ventripotente Alonso, hombre dedicado a las plantas pero con físico de luchador de lucha libre.
Don Alonso me dice que unas florecitas muy bonitas a las que yo les tomé unas malas fotos se llaman "Tango", qué nombre, siendo las flores coloridas y alegres... ¿parecerse a un tango? pero bueno...

No sé como llegamos al tema de las flores marchitas. Don Alonso me explica como había unas flores marchitas (¿muertas?) en la universidad y una señora, una poderosa señora, le dijo que esas matas estaban muertas que ya no revivían. Don Alonso dijo: "Espere y verá". Le apuesto a que en una semana están florecidas. Obviamente, por esos guiones de la costumbre la señora dijo que no le creía. Efectivamente, las flores en cuestión, ¿unas begonias? estaban florecidas como bombillos a los cuatro días.

El secreto, la solución:

El procedimiento para volver a la vida a las matas, según palabras de don Alonso, es "castigarlas". Se dejan sin agua y sin abono, por unos tres o cuatro días (según la planta) A los tres días se les echa abono y toda el agua que les quepa, una especie de monzón en miniatura. A los tres días siguientes la planta florece.

Le pregunto a Don Alonso si con las personas será así también.

No lo duda un segundo dice que claro, que el tiene un hermano que era muy tomatrago, muy desjuiciado, entonces el patrón lo echó. Tres años duró sin trabajo el hermano. A los tres años, el antiguo patrón lo llamó y le entregó las llaves del carro. "Vea pues pa´que trabaje". Y el hermano se ajuició. Tres días, tres años, sin agua, sin trabajo, después agua, abono y trabajo, todo el que le quepa.

Gracias a Dios por el "castigo", por la sabiduría de Don Alonso, por el patrón del hermano de Don Alonso (otro no lo vuelve a llamar), y por el tango y las begonias.

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