Apenas palpita mi corazón de
brea. Pero no desespero. Me doy cuenta de que un ciclo me vive, y espero, como la
camisa ahogada en la Whirlpool, que
el tambor convulsione, que un diluvio de jabón se cierna o que caiga un rayo
del alambre.
La cafeína se demora en explotar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente, o es usted poco comentarista?