sábado, 28 de agosto de 2010

GENTE PA(RA) TODO

Advertencia: este sitio altera sistemáticamente los nombres de los protagonistas de las historias, dado que son fruto de la realidad.

Sondra:

Sondra es una persona que conozco. Nuestra relación se basa en el saludo. Sondra es una saludadora profesional.

Sondra y yo nos encontramos cada tanto. Nos vemos, disparamos una sonrisa simultánea, decimos nuestros nombres y después procedemos a restablecernos, a asumir la insonrisa y el silencio que antecede a una nueva emisión.

Me gusta mi relación con Sondra. No es necesario preguntarnos por nuestras vidas, nuestras familias, no nos tenemos que contar nada. El otro día coincidimos en el tren. -Ya nos habíamos saludado antes de bajada al tren-. De ahí nos quedó hacer unas preguntas rigurosas y telegráficas sobre el trabajo y cualquier otra cosa. Una vez completado el ciclo pasamos al silencio. Ibamos sentados el uno al lado del otro haciendo silencio, pero nuestro silencio no era incómodo porque los dos sabíamos que no teníamos más cosa que decirnos. Hay silencios incómodos en los que se siente que hay que decir algo y no se tiene que.

El silencio, la laconia entre Sondra y Yo responde a una ley implícita que los dos conocemos y aplicamos.

Me gusta la relación con Sondra. Adonde estés, un saludo y una sonrisa. Y nada más.

martes, 24 de agosto de 2010

HAGAMOS UN SÍNTOMA... SEAMOS AMIGOS!

lunes, 9 de agosto de 2010

SERVICIO CRIOGÉNICO

Si Disney despertara....
Rodolfo Paez

Mi intención es hablar de una cita a la que asistí a causa de una sentida dolencia en las vistas (los ojos).

Me acordé de la cancioncita de Fito Paez: "Si Disney despertara". Y eso me hizo acordar de Disney, el conocido Disney que se encuentra a estas horas congelado, a ver si dentro de algunos años lo pueden descongelar y volver a la vida para... seguir trabajando? disfrutar de sus ganancias?... en fin, para lo que sea.

Lo de la cita: Me dió un dolor de cabeza fastidioso (todavía lo tengo) y tuve una revelación: el dolor de cabeza se debe a dificultades en tu visión; la fórmula de tus lentes ya no es adecuada y por eso tienes dolor de cabeza (léase con voz fantasmal, de visión).

Así que pedí una cita donde el optómetra, o sea quien sabe de gafas y del manteniemiento de esos lentes maravillosos que tenemos a la altura de los ojos.

Pues me dieron la cita, y fuí a las seis y media de la mañana. En primer lugar me llamó la atención que estuvieran los mismos funcionarios que hace 2 años que fuí a realizarme un examen de los ojos.

Estaba la misma secretaria afectivamente plana, incapaz de sonreír (quise hacer el experimento de ver cuantas veces sonreía por unidad de tiempo; el resultado del cálculo fue igual a cero)

La ecuación:

Número de risas = 0
tiempo de observación 30 minutos

Promedio de risa por unidad de tiempo = Número de risas / tiempo de observación

Promedio = 0 / 180 segundos = cero.

La secretaria no emitió ninguna sonrisa, ni a los usuarios, ni a los optómetras en el tiempo en que tuve oportunidad de observarla.

Posteriormente me hicieron seguir al consultorio 4 (nunca lo olvidaré) y pasé donde la doctora Liverton, quien en el tono más plano y frío que se pueda imaginar procedió a hacer el examen de mis ojos (hubiera dado igual si se los hubiera mandado por correo porque lo que fue interacción humana conmigo no tuvo). Me hacía algunas preguntas (las absoluta y estrictamente necesarias) para realizar su diagnóstico, y llamaba la atención que no había ningún signo, ninguna cadencia, ninguna inflexión afectiva en su voz. Yo he hecho el ejercicio de tratar de eliminar la dimensión afectiva de la palabra pero no he podido hacerlo con la precisión de la doctora Liverton. Es más, puestos a competir los mensajes de voz de los aparatos celulares (DI-GA-UN-CO-MAN-DO) con las gélidas comunicaciones de la doctora Liverton, me quedo con el celular. Siento más calor humano.

Después llegó la hora en que, por equivocación o por estricta necesidad, la doctora Liverton tuvo que rozarme con sus apendices digitales (sus manos). Estaban más fríos que los aparatos del consultorio, más fríos que la nevera en donde guardaba los colirios y demás goteras ópticas. Mís pupilas se dilataron mecánicamente ante la frialdad de los apendices digitales de la doctora Liverton.

Y no solo eran frías las manos y los instrumentos de la doctora. La habitación también tenía la calidez de un iglú (aunque nunca he estado en un iglú). Como tenía dolor de cabeza le pedí a la doctora, con el acento más plano que pude, el favor de que aumentara la temperatura del aire acondicionado, a cuya petición me respondió que en el consultorio no había aire acondicionado. Era evidente que con al doctora Liverton a la cabeza no era necesario.

Finalmente terminó la cita que pudo haber sido totalmente impersonal según los ideales de la óptica, pero lastimosamente mi persona se cruzó en el procedimiento (la de ellos no)

Diría que salí despavorido pero mis músculos estaban entumecidos. Ya fuera del ominoso edificio, recibí un rayo de sol y el movimiento volvió a mi cuerpo. Tomé un taxi y cuando subí abracé calurosamente al taxista, como un náufrago rescatado por un crucero. El conductor dijo: "qué raro, siempre que recojo gente ahí me abrazan, qué será lo que les dan allá?

Me preguntó mi esposa por mensaje de texto como me había ido. Respondí:

Mis ojos están perfectos
pero el personal de la óptica está desenfocado.

En cuanto a la doctora Liverton, sería bueno que la descongelaran junto con Disney, así los dos podrían apreciar un mundo vivo y con sol.



martes, 3 de agosto de 2010

DON ALONSO Y LAS FLORES II

En otra ocasión me encontré con el ventripotente Alonso, hombre dedicado a las plantas pero con físico de luchador de lucha libre.
Don Alonso me dice que unas florecitas muy bonitas a las que yo les tomé unas malas fotos se llaman "Tango", qué nombre, siendo las flores coloridas y alegres... ¿parecerse a un tango? pero bueno...

No sé como llegamos al tema de las flores marchitas. Don Alonso me explica como había unas flores marchitas (¿muertas?) en la universidad y una señora, una poderosa señora, le dijo que esas matas estaban muertas que ya no revivían. Don Alonso dijo: "Espere y verá". Le apuesto a que en una semana están florecidas. Obviamente, por esos guiones de la costumbre la señora dijo que no le creía. Efectivamente, las flores en cuestión, ¿unas begonias? estaban florecidas como bombillos a los cuatro días.

El secreto, la solución:

El procedimiento para volver a la vida a las matas, según palabras de don Alonso, es "castigarlas". Se dejan sin agua y sin abono, por unos tres o cuatro días (según la planta) A los tres días se les echa abono y toda el agua que les quepa, una especie de monzón en miniatura. A los tres días siguientes la planta florece.

Le pregunto a Don Alonso si con las personas será así también.

No lo duda un segundo dice que claro, que el tiene un hermano que era muy tomatrago, muy desjuiciado, entonces el patrón lo echó. Tres años duró sin trabajo el hermano. A los tres años, el antiguo patrón lo llamó y le entregó las llaves del carro. "Vea pues pa´que trabaje". Y el hermano se ajuició. Tres días, tres años, sin agua, sin trabajo, después agua, abono y trabajo, todo el que le quepa.

Gracias a Dios por el "castigo", por la sabiduría de Don Alonso, por el patrón del hermano de Don Alonso (otro no lo vuelve a llamar), y por el tango y las begonias.

PADRE NUESTRO

Padre nuestro
que estás en el cielo
santificado sea tu nombre
venga a nosotros tu reino
hágase tu voluntad
así en el cielo como en la tierra
danos hoy nuestro pan de cada día
y perdona nuestras ofensas
como también nosotros perdonamos a quienes nos ofenden
no nos dejes caer en tentación
y libranos del mal

amén.

p.d. Quiero hacer un énfasis especial en danos hoy nuestro pan de cada día.

lunes, 2 de agosto de 2010

BOBADAS SOBRE LA S Y LA X

Dice nuestro corresponsal, Evelindo Castañeda, que ha observado atentamente el fenómeno de la ese y la equis. Según dice, las generaciones anteriores tenían cierta fóbia o cierta incapacidad mecánica o fonatoria para pronunciar ese híbrido entre la ce y a ese, que suena cs. Ecselente, me entiende?

Yo creo que la observación ha sido explotada en otros lugares razón por la cual nos pone, el buen Evelindo, un punto alto para hablar sobre un tema sobre el cual la observación y pericia humorística de varios sapiens se ha puesto sobre el tapete.

La variación mía al tema es que pudiera ser que estuviéramos hablando, no de dos generaciones (una de las cuales se llama, a propósito la generación equis), una de las cuales utiliza el fonema y otra que no (desconoxco la fecha de nacimiento de la equis).

Mi imaxinación me sugiere que tal vez existan, no dos generaciones, sino dos dimensiones: la equis y la ese.

En aquella dimensión la gente va al ésito en tasi, está eselente, antes de morir le aplican la estremaunción, las personas dan escusas... sería una dimensión paralela, en donde los hombres están compuestos por cromosomas S y Y... Por ahí puede ser la cosa, Evelindo, puede tratarse de una cosa genética, en la que los hombres son SY y las mujeres SS (Con razón son tan peligrosas, es una alusión al nazismo).

Sería interesante, además de completamente inútil recrear el mundo de la generación "S". Yo iría al Xinfonía a ver cine SSS y mis hijos, según sugiere Evelindo, cantarían y bailarían con las super Sesis Susa y Siomi.

... Cómo me gustaría encontrar un chiste bueno sobre este tema a la altura de este párrafo. no se me ocurre más que escribir fraxes en las que sustituyo la equis por la ese... prometo pensarlo bien y continuar este artículo cuando se me ocurra algo ingenioso.

... CONTINUARÁ.

Sin embargo ocúrreseme que los esehablantes pueden ser seres extradimensionales (o estradimensionales) y que están colados entre nosotros, como en la película matris. No somos capaces de reconocerlos hasta que hay una falla en el programa y sueltan la s por equis: !capitán! corremos el riexgo de xer esterminados!.

...Paciencia ya se ocurrirá algo (y no habría que olvidar a Malcom es).

A propósito, para probar la fidelidad de nuestros lectores los invitamos a terciar en esta construcción de la ese y la equis... si yu leiter.

RICARDO

Me encontré con Ricardo. Me gusta encontrarme con Ricardo porque estoy seguro que se da cuenta de cosas que otros no se dan cuenta. Ricardo es un buen escuchador. Pero el tema es que me dijo que había leído este blog.

A mi me gustaría llevar voladores en el bolsillo para cuando alguien me dice que ha leído el blogcutorio, porque yo tengo la idea de que soy uno de los pocos que leen el blog.

Se que ya he insistido sobre esto en otras partes, pero la alegría de saber que alguien ha leido el blog es cada vez primigenia, así que quiero agradecer a aquellos que, aunque no escriban en este lugar comentarios acerca de los artículos o de los comentarios de los artículos, los han leído y han hecho su reporte de sintonía de manera verbal.

Así que, Ricardo, María Isabel, Edwin, Andres, Luis Fernando (favor devolver los discos), Andrés, y todos los que han leído, leen o leerán este blog, un millón de Euros de Gracias.

Tengo la segunda parte de Don Alonso y las flores, próximo a salir, y una sugerencia de un corresponsal (Evelindo), de quien me he enterado de primera mano que lee este blog y que es un, espero, asiduo blogtor.