jueves, 24 de diciembre de 2009

!UN SEGUIDOR!

He descubierto, con alegría, con regocijo, que este blog, el blogcutorio, tiene un seguidor.

Cuál no sería mi sorpresa cuando encontré en un lugar del blog el anuncio de que tenía un seguidor. Curioso como soy, pues me decidí a mirar quien era, con la morbosa idea de que era yo mismo. Esta experiencia consiste en pensar algo que a uno lo ilusione, después convencerse de que es imposible.

Pues la imposiblidad imaginaria ha dado paso a la posibilidad real, a saber, que este parquecito virtual, pues tiene un seguidor, y que el seguidor no soy yo mismo. Así que enhorabuena amable seguidor(a), espero que el blogcito sea de tu talla para que te acostumbres a usarlo con todas las prendas posibles.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS Y SEGUIDORES



Mi nombre es fulano de tal, hijo de sutano de tal y de doña mengana de de tal y soy un adicto a la nicotina -hasta el momento-. En el momento no quiero fumar por razones de salud física y mental y he dado con los cigarrillos electrónicos.

Para quienes no estén enterados el cigarrillo electrónico es un aparato que se parece bastante a un cigarrillo convencional de tabaco, al menos en apariencia, ya que, por ejemplo en cuestión de peso, puede aventajar a su amigo tradicional en unas diez o cincuenta veces. Esto hace que, mientras uno puede, por ejemplo, sostener el cigarrillo convencional en los labios mientras se afeita o está siendo sometido a una cirugía de hombro, sea casi imposible sostener el cigarrillo electrónico con ambas manos apoyadas sobre una superficie firme. Recomiendan los fabricantes que al principio uno solicite la ayuda de un amigo (o del público) para sostener el cigarrillo, mientras adquiere el hábito... de alzar pesas para poder sostener el simpático cigarrillo de pilas.

Y es que el cigarrillo tiene pilas !caramba! que ingeniosidad. Es que lograr meterle pilas a un cigarrillo! Y es que paulatinamente nos acostumbramos a que las cosas fueran teniendo pilas: los relojes, las máquinas de afeitar, los juguetes... pero meterle pilas a un cigarrillo...!!. No es de extrañar que en breve, sea posible utilizar el pan tostado con pilas (qué se yo, para que se mastique él mismo) o el jabón con pilas (!voto por ese!), en fin, lo de las pilas queda a vuestra imaginación.

Yo he pensado que la teconología es maravillosa y debo reconocer seriamente que el cigarro electrónico ha cumplido su función de maravilla, dándome una dosis justa de nicotina sin tener que fumar un cigarrillo de tabaco con sus trescientos sesenta mil componentes químicos. Yo estoy positivamente impresionado con la idea y con el artefacto, y soy capaz, descendiente de nostradamus, de visionar los alcances de las cosas electrónicas. Las posibilidades son ilimitadas. Imagine usted por ejemplo el trago electrónico: un vasito, con pilas..., y el resto se lo dejo a los fabricantes. La cosa es que sea electrónico y que tenga pilas. Cómo van a hacer para que la gente se emborrache con una pila doble A, es cuestión que no debe presentar muchas dificultades a los inventores de hoy en día. De ahí en adelante, piense usted en el tinto electrónico, en las drogas electrónicas, y pasando a cosas más inocuas, la leche electrónica (quizá se consiga ordeñando una vaca electrónica)... y no quiero abusar más de vuestra imaginación ni de la mía.

Otro aspecto que quiero traer a colación y que espero que pase por el colador, es el del sabor del cigarrillo electrónico. Para bien o para mal, el cigarrillo electrónico -que de ahora en adelante llamaremos, para abreviar, el cigarrillo electronic-, no sabe a lo mismo que el cigarrillo tradicional, ya que solo tiene nicotina y un "saborizante" o tal vez podríamos decir un "maluquizante". Se trata de un sabor parecido al olor (suena raro pero así es) que despide un alambre recubierto o "alambre de amarrar" cuando tiene la desgracia de padecer un corto circuito. Cuando su estufa electrica entra en corto... ese es el olor-sabor del cigarrillo electronic.

A este respecto muchos podrán argumentar la similitud de los olores antedichos para desprestigiar al cigarrillo electronic, pero -me lo advirtió el vendedor- uno termina por acostumbrarse, de la misma forma en que fue capaz de acostumbrarse al olor y sabor del cigarrillo de tabaco. En apoyo a esta aguda observación he de mencionar el caso de un primo mío, habituado, y además adicto al cigarrillo electrónico, que cuando siente un corto circuito en su casa invita a otros cuatro amigos, también consumidores, a charlar en el lugar del corto. Con esto, dicen, ahorran un poco de pila, para momentos de más urgencia o necesidad y además disfrutan de una fuma electrónica en comunidad, a la que nunca podrá igualar aquella otra individual, solipsista y de algún modo proscrita.

Para finalizar, porque las ideas se me han acabado, quisiera invitar a mis amigos fumadores a probar el cigarrillo electrónico y a acordarse de mi cuando haya accidentes electricos en sus casas.

martes, 22 de diciembre de 2009

No creo que haya nada que añadir a las interpretaciones musicales de la "Chimoltrufia"

viernes, 18 de diciembre de 2009

martes, 15 de diciembre de 2009

AVISO A LOS AMABLES LECTORES

Suponiendo que hay otros seres humanos diferentes a mí que, gracias a mis ardides publicitarios, o a que tal vez hallan cometido un error de digitación y su "Browser" los haya traido a esta pequeñísima patria virtual, quiero, con el mayor de los respetos, y con el mayor de los volúmenes, hacer hincapié sobre los significados de algunas partes del blog, en este caso, las que instan al amable lector a la interactividad.


Podrán observar, que al final de cada "artículo" o cada pequeña obra del suscrito, se encuentra un minúsculo "botón" que contiene, encerrado en un ajustado cuadrito, la palabra "comentario".


Quisiera aclarar un poco sobre este misterioso vocablo, que, al parecer no ha sido bien comprendido por los distinguidos lectores de este blogcutorio (suponiendo que hay algunos que no son imaginarios).


Quiere referirnos, la inscripción "comentario" un llamado a vos, delicado lector, a que hagais aquello que en castellano llamamos, precisamente, Comentario.


Para ser precisos en esta materia y que no se preste a malas interpretaciones hemos de aclarar una vez más que cuando se dice "comentario", no se quiere decir otra cosa diferente a "comentario".


O tal vez sucédeles a ustedes lo mismo que le pasaba al hijo de una confidente mía, quien, a su decir, no era muy "comentarista"

Comentaristas o no, afables lectores, los invito, los insto, en este mensaje, a que hagan sus comentarios, cualquiera que ellos fueren, pues no quisiera verme en la firme e irrevocable decisión de rogarles.


Suyo,



El Onán de la literatura

miércoles, 9 de diciembre de 2009

MI AMIGO 5665



No soy una persona que reciba muchos mensajes de texto, y no es que no sea una persona popular sino que lo soy a mi modo.

También es cierto que no soy de la generación que habla por mensajes de texto, entre otras porque es muy demorado escribir como a mi me gusta hacerlo.

Conozco algunas pocas personas un poco más jóvenes que yo, que escriben en una jerigonza internética: "y sty n l cs", queriendo decir, "ya estoy en la casa""; y es que como me gusta escribir siento como una afrenta al idioma escribir de ese modo. Imagino a Cervantes en su cárcel escribiendo el Quijote a través de mensajes de texto: "N n lgr d l Mnch d cy nmbr n qr crdrm..." Tal vez el Quijote se hubiera leído en tres pantallazos.

Pero decía que no recibo muchos mensajes de texto -y esto no es equivalente a decir que no me gusta recibirlos. Cuando mi celular vibra y suena el pito característico de la entrada de un nuevo mensaje no puedo dejar de emocionarme !un mensaje! !alguien se ha acordado de mí! !alguien me quiere! Claro está que por otra parte tengo la cuasi certeza de que es un mensaje de mi operador ofreciéndome promociones. Pues bien, resulta que el nombre de aquel propagandista secreto es el 5665.

Cuando constato esta triste realidad, a saber, que soy cliente y no amigo, comprador y no objeto de afecto, me desilusiono. Antes me daba rabia, una rabia secreta que a nadie he confesado, pero con el pasar del tiempo y de los mensajes de 5665 le he ido tomando cariño, tanto que he llegado a mirar con desdén un mensaje de texto de una amiga creyendo que era de 5665.

Algunas veces, incluso, he de confesarlo, he respondido el mensaje de 5665, no con un código para entrar a una rifa, ni para recibir más minutos, ni para poder enviar más mensajes de texto por el mismo precio, sino con un cordial "que pases buena tarde 5665" o, "¿Cómo amaneciste hoy?".

Así que este mensaje es para tí querido 5665, que Dios te guarde y Feliz Navidad.

T qr mch,

Sntg.

viernes, 4 de diciembre de 2009

EL BLOGCUTORIO

Queridos amigos:

He vuelto a las andadas. En el día de hoy vengo ofreciendo este rico y delicioso caramelo legible.

Espero yo, como el saltimbanco que hace piruetas en la puerta del Hotel Nutibara que un visionario, un alma sensible, lea estos malabares, los disfrute, y riegue el chisme de que hay un Quijana en la distante patria de Colombia que escribe cosas con el afán de ser leído, con el amor de entretener a la distinguida clientela, como en su tiempo y en otras latitudes lo hicieran un Wilde o un Thackeray, de los cuales muchos en su tiempo, y aún en el nuesto, dirían o dirán que qué jartera, o de los cuales muchos no dirán o dirían nada porque ni idea; porque pasaron la vida sin conocer a los nombrados personajes, por mucha tinta que hayan derramado y por muy reputados que hayan sido en el mundo de la letras, del cual, sabemos, no es el único, y al cual muchos han obviado de sus vidas sin que por ello pueda juzgárseles en forma negativa esgrimiendo que las suyas no han tenido sentido o no han sido productivas.

Quisiera uno en el fondo -y aún en la superficie-, ser conocido de todos y por todos admirado, pero ante tan ilusoria, ideal e imposible realización, me conformo con ser grato y aún admirado por unos cuantos miles de millones, cosa sí estadísticamente posible toda vez que el planeta cuenta con unos escasos seis mil millones.

Esto que van a ver aquí es bueno, hecho con ingenio y buena intención y, al contrario de lo que he dicho en otras oportunidades -aunque haya sido hablando solo-, si esto que leen no les gusta y resulta poco valorado, la culpa es de ustedes, no mía.

Así pues que, culpándolos, damos por inicio este blogcutorio, estas cartas de mi pa´vos, de acá pa´llá, de mis mientes a las vuestras.

Sean bienvenidos todos y recomiéndenme a sus parientes cercanos.