martes, 12 de julio de 2011

LEYENDO EL PERIÓDICO

Yo no soy periodista. En mi fantasía me veo siendo periodista y escribiendo artículos para el periódico o para revistas. También me he imaginado siendo escritor, ingeniero, psiquiatra, diseñador y un montón de cosas. Lo que hago lo hago más o menos y no voy a decir qué es.

No me gusta el periódico. No siempre. Me parece demasiado doloroso para estarlo leyendo a diario: chanchullos, tragedias, asesinatos, robos, pobreza…
Hoy hice el ejercicio: La primera plana muestra los temas antedichos: Un barco se inunda y mueren muchas personas, a un señor le trasplantaron las dos piernas, se gestan componendas políticas oportunistas, las acciones de la petrolera se congelan (a propósito, en el fondo de sus gráficas muestran una iguana, será para decir que son muy ecológicos? Deberían ser honestos y decir que el petróleo no es muy bueno para el medio ambiente pero qué le vamos a hacer, la costumbre, los intereses…)
Me pone feliz que pongan bicicletas gratuitas en la calle para que los estudiantes se transporten y tal vez puedan contribuir a alargar unos segundos la vida de la iguana de la petrolera.

Después de lo de las bicicletas, que me emociona mucho, paso a ver que asesinaron a un líder. La emoción se convierte en tristeza por la brutalidad. Brutos con pistola.

Al final leo un artículo de Eduardo Escobar: “Miserables prejuicios”. Solo quería decir que es muy estimulante leer un buen escritor. Hasta dan ganas de escribir. Y piensa uno que no todo es muerte y exhibicionismo.

¡La gente inteligente es tan escasa!, la gente ingeniosa, la gente con humor…. La mayoría de las páginas del periódico hacen referencia a lo que pasa, pasó o pasará, pero se cuida muy bien de dejar la inteligencia de lado.